¿Fue un progreso para la humanidad, la revolución francesa?
Por
supuesto que sí, a propósito, que este 14 de julio, se cumplen, 230 años de la
Revolución francesa, fue la base para nuestro sistema democrático, para la mayoría
de la constituciones en el planeta e impuso una clase social nueva, la burguesía.
Fue un avance, salir del “antiguo orden”, la nobleza y el clero, que vieron en poco tiempo perder
todos sus privilegios, en detrimento de la nueva clase social en ascenso, la burguesía,
esos profesionales y comerciantes, que querían, algo nuevo, algo que rompiera
con el pasado, con lo antiguo. Definitivamente, la burguesía, no habría logrado
sus fines, sin el apoyo del pueblo llano, que tenía esperanzas, en este
proceso, el apoyo del pueblo, a este cambio histórico, fue fundamental para
lograrlo. Un apoyo, que no se debería olvidar y que fue clave, en procesos como
la independencia de naciones latinoamericanas, como la nuestra, sin duda,
alguna, la participación decidida, del pueblo llano, bajo el liderazgo de la burguesía
habría sido imposible. En esta época, donde la distancia, las injusticias, y la
inequidad, son cada día mayores no deberíamos olvidar que sin la participación
del pueblo en estos acontecimientos, sencillamente habrían sido imposible
materializar las ideas de la ilustración, basadas, en la “igualdad, libertad y
fraternidad”, también la base de nuestras democracias, de la necesaria división
de poderes y de nuestras modernas constituciones donde ya no es el rey, el
soberano, sino es el pueblo, que es el fundamento de la soberanía popular. Lamentablemente,
como todo proceso revolucionario, en el mundo, los excesos, de la revolución no
fueron indiferentes, durante la Revolución francesa, se recuerda, que por la
famosa, guillotina y otros instrumentos de represión, pasaron miles de personas
que se oponían a este proceso, se calculan que fueron entre 10.000 a 40.000
personas, donde un personaje brillante en lo académico, pero poco ético en sus
fines para mantener la revolución a toda costa, como Robespierre, genero una época
de terror, que termino, en su propia muerte, tiempo después. Se recuerda, la
Vendee, como esa insurrección popular contra la Revolución, duramente
reprimida, por las fuerzas revolucionarias, pero no lo justifico, pero no era
para menos, porque monarquías absolutistas, como Prusia y Austria, presionaban
a la Revolución francesa, además de elementos franceses, contrarios, a este
proceso, instigaban a estas monarquías, para combatir, este proceso, que según
ellos, podía, “infectar a toda Europa”. Las amenazas, contra la Revolución
francesa, eran reales, y después con la muerte del Rey Luis XVI y la austriaca,
María Antonieta, se incrementaron mucho más, tanto que exacerbo, a Austria, contra Francia.
Ahora,
ya sabemos, porque, fue positiva, la Revolución francesa, pero fue buena para
todos, como se cree. En realidad, no, para las mujeres, aunque su participación
fue importante, no fue un momento de libertad o emancipación para ellas. De
hecho, cuando, se promulgo, la “declaración de los derechos del hombre y el
ciudadano”, efectivamente, eran literalmente, para el hombre blanco y no para
la mujer, que no vio cambiar sus situación de subordinación durante la
revolución, a pesar que algunas mujeres, tuvieron serios intentos para cambiar esta
situación. Como saben, la liberación de la mujer, vendría mucho tiempo después,
casi a finales del s. XIX, definitivamente, los revolucionarios franceses,
ignoraron el importante papel de la mujer durante el proceso de la Revolución
francesa. Otros grupos, que no vieron un cambio significativo, en su situación,
fueron la minorías étnicas, como está revolución, fue hecha, por el hombre
blanco, efectivamente, sus líderes, pensaban, que era para el hombre blanco,
solamente. Académicos, de la Universidad de Berkeley, en California,
encontraron, que las ideas de la ilustración, habían llegado a la colonia,
francesa, de Haití, habitada mayoritariamente, por población afro, que
entusiasmadas, con las ideas de la Revolución francesa, pensaron que también
eran para ellos, pero francamente, eso no creían, en la metrópoli francesa, que
no vio con buenos ojos, el proceso independentista de Haití y hasta lo combatió,
estaba claro, que este proceso, era para el hombre blanco, solamente. No,
quiere decir, que nuestras democracias, y constituciones no representen a la
población en general, por este origen, no precisamente. Los revolucionarios
franceses, y los estadounidenses, inclusive, los latinoamericanos, si creían en
la libertad, y lucharon por ella con todas las fuerzas de su corazón, pero eran
para el hombre blanco, de todas formas, actualmente es un hecho, que nuestras
democracias y constituciones, si representan a todos los ciudadanos, sin
importar su raza, clase social o género. Lo que ocurre, es que estas luchas son
posteriores, se dieron principalmente, hasta el siglo XIX y XX. Los negros, no
vieron real su libertad, hasta mediados del siglo XIX y las mujeres, hasta bien
entrado el siglo XX, pero lo que si podemos advertir, es que el fundamento, de
todos estos cambios, positivos, para la humanidad, vienen de las ideas de la
ilustración y sin estos cambios, habría sido imposible, tener un mundo más
justo, y donde como nunca antes, tantas personas disfrutan de su libertad.
Otro
hecho, que nos debe servir de ejemplo, es no repetir, la arrogancia del poder,
de Luis XVI frente a los hechos revolucionarios que claramente los sobrepasaron
a él, la nobleza y el clero, aunque esto termino bien, en el desfrenamiento,
del déspota y posterior muerte, claramente, si hubiese escuchado a tiempo, las
reformas que le propusieron algunos nobles para salvar al antiguo régimen, quizás
este se hubiese salvado, pero fue más el anquilosamiento y la renuencia a los
cambios que tuvo el monarca, junto, a la nobleza y el clero, que no fueron
capaces de renunciar a tiempo, a sus privilegios y repito, estar totalmente
anquilosados, a los cambios, precipitaron su caída. Las elites, actuales,
aparentemente más democráticas, y flexibles, que abrevaron hace mucho tiempo en
la revolución, no deberían imitar, este comportamiento anquilosado y no ser tan
renuentes a los cambios, porque este claramente, es el origen de las
revoluciones. Se deben saber interpretar, los signos, las señales de cambio,
que se originan en cada una de las sociedades, y actuar pronto, rápidamente,
para mantener la estabilidad de las democracias liberales en el mundo.
En
todo caso, sin duda alguna, la Revolución francesa, y otros movimientos
similares en la tierra, fueron importantes, para tener unas democracias, unas
constituciones y un sistema de gobierno donde la población está realmente
representada donde en estos tiempos de peligrosos populismos tanto de izquierda
o de derecha, debemos saber, que debemos defender, y ser conscientes, que la
lucha de estos hombres por la libertad, fue para tener un mundo mejor,
recordemos, esto, siempre…
Alvaro
Támara Higuera
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