viernes, 5 de julio de 2019


Por supuesto que sí, a propósito, que este 14 de julio, se cumplen, 230 años de la Revolución francesa, fue la base para nuestro sistema democrático, para la mayoría de la constituciones en el planeta e impuso una clase social nueva, la burguesía. Fue un avance, salir del “antiguo orden”, la nobleza  y el clero, que vieron en poco tiempo perder todos sus privilegios, en detrimento de la nueva clase social en ascenso, la burguesía, esos profesionales y comerciantes, que querían, algo nuevo, algo que rompiera con el pasado, con lo antiguo. Definitivamente, la burguesía, no habría logrado sus fines, sin el apoyo del pueblo llano, que tenía esperanzas, en este proceso, el apoyo del pueblo, a este cambio histórico, fue fundamental para lograrlo. Un apoyo, que no se debería olvidar y que fue clave, en procesos como la independencia de naciones latinoamericanas, como la nuestra, sin duda, alguna, la participación decidida, del pueblo llano, bajo el liderazgo de la burguesía habría sido imposible. En esta época, donde la distancia, las injusticias, y la inequidad, son cada día mayores no deberíamos olvidar que sin la participación del pueblo en estos acontecimientos, sencillamente habrían sido imposible materializar las ideas de la ilustración, basadas, en la “igualdad, libertad y fraternidad”, también la base de nuestras democracias, de la necesaria división de poderes y de nuestras modernas constituciones donde ya no es el rey, el soberano, sino es el pueblo, que es el fundamento de la soberanía popular. Lamentablemente, como todo proceso revolucionario, en el mundo, los excesos, de la revolución no fueron indiferentes, durante la Revolución francesa, se recuerda, que por la famosa, guillotina y otros instrumentos de represión, pasaron miles de personas que se oponían a este proceso, se calculan que fueron entre 10.000 a 40.000 personas, donde un personaje brillante en lo académico, pero poco ético en sus fines para mantener la revolución a toda costa, como Robespierre, genero una época de terror, que termino, en su propia muerte, tiempo después. Se recuerda, la Vendee, como esa insurrección popular contra la Revolución, duramente reprimida, por las fuerzas revolucionarias, pero no lo justifico, pero no era para menos, porque monarquías absolutistas, como Prusia y Austria, presionaban a la Revolución francesa, además de elementos franceses, contrarios, a este proceso, instigaban a estas monarquías, para combatir, este proceso, que según ellos, podía, “infectar a toda Europa”. Las amenazas, contra la Revolución francesa, eran reales, y después con la muerte del Rey Luis XVI y la austriaca, María Antonieta, se incrementaron mucho más, tanto que exacerbo, a  Austria, contra Francia.

Ahora, ya sabemos, porque, fue positiva, la Revolución francesa, pero fue buena para todos, como se cree. En realidad, no, para las mujeres, aunque su participación fue importante, no fue un momento de libertad o emancipación para ellas. De hecho, cuando, se promulgo, la “declaración de los derechos del hombre y el ciudadano”, efectivamente, eran literalmente, para el hombre blanco y no para la mujer, que no vio cambiar sus situación de subordinación durante la revolución, a pesar que algunas mujeres, tuvieron serios intentos para cambiar esta situación. Como saben, la liberación de la mujer, vendría mucho tiempo después, casi a finales del s. XIX, definitivamente, los revolucionarios franceses, ignoraron el importante papel de la mujer durante el proceso de la Revolución francesa. Otros grupos, que no vieron un cambio significativo, en su situación, fueron la minorías étnicas, como está revolución, fue hecha, por el hombre blanco, efectivamente, sus líderes, pensaban, que era para el hombre blanco, solamente. Académicos, de la Universidad de Berkeley, en California, encontraron, que las ideas de la ilustración, habían llegado a la colonia, francesa, de Haití, habitada mayoritariamente, por población afro, que entusiasmadas, con las ideas de la Revolución francesa, pensaron que también eran para ellos, pero francamente, eso no creían, en la metrópoli francesa, que no vio con buenos ojos, el proceso independentista de Haití y hasta lo combatió, estaba claro, que este proceso, era para el hombre blanco, solamente. No, quiere decir, que nuestras democracias, y constituciones no representen a la población en general, por este origen, no precisamente. Los revolucionarios franceses, y los estadounidenses, inclusive, los latinoamericanos, si creían en la libertad, y lucharon por ella con todas las fuerzas de su corazón, pero eran para el hombre blanco, de todas formas, actualmente es un hecho, que nuestras democracias y constituciones, si representan a todos los ciudadanos, sin importar su raza, clase social o género. Lo que ocurre, es que estas luchas son posteriores, se dieron principalmente, hasta el siglo XIX y XX. Los negros, no vieron real su libertad, hasta mediados del siglo XIX y las mujeres, hasta bien entrado el siglo XX, pero lo que si podemos advertir, es que el fundamento, de todos estos cambios, positivos, para la humanidad, vienen de las ideas de la ilustración y sin estos cambios, habría sido imposible, tener un mundo más justo, y donde como nunca antes, tantas personas disfrutan de su libertad.

Otro hecho, que nos debe servir de ejemplo, es no repetir, la arrogancia del poder, de Luis XVI frente a los hechos revolucionarios que claramente los sobrepasaron a él, la nobleza y el clero, aunque esto termino bien, en el desfrenamiento, del déspota y posterior muerte, claramente, si hubiese escuchado a tiempo, las reformas que le propusieron algunos nobles para salvar al antiguo régimen, quizás este se hubiese salvado, pero fue más el anquilosamiento y la renuencia a los cambios que tuvo el monarca, junto, a la nobleza y el clero, que no fueron capaces de renunciar a tiempo, a sus privilegios y repito, estar totalmente anquilosados, a los cambios, precipitaron su caída. Las elites, actuales, aparentemente más democráticas, y flexibles, que abrevaron hace mucho tiempo en la revolución, no deberían imitar, este comportamiento anquilosado y no ser tan renuentes a los cambios, porque este claramente, es el origen de las revoluciones. Se deben saber interpretar, los signos, las señales de cambio, que se originan en cada una de las sociedades, y actuar pronto, rápidamente, para mantener la estabilidad de las democracias liberales en el mundo.

En todo caso, sin duda alguna, la Revolución francesa, y otros movimientos similares en la tierra, fueron importantes, para tener unas democracias, unas constituciones y un sistema de gobierno donde la población está realmente representada donde en estos tiempos de peligrosos populismos tanto de izquierda o de derecha, debemos saber, que debemos defender, y ser conscientes, que la lucha de estos hombres por la libertad, fue para tener un mundo mejor, recordemos, esto, siempre…

Alvaro Támara Higuera


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