En la ciudad de La Habana, Cuba se desarrolla el proceso de paz liderado por nuestro presidente, Sr. Juan Manuel Santos, representado por su negociador, el exministro, Sr. Humberto De la Calle Lombana y grupo humano valioso que busca el fin que toda sociedad busca, la paz. Hasta el momento, existen acuerdos en tres puntos, sobre agricultura, política y cultivos ilícitos y avances en cuanto al fin del reclutamiento de menores y erradicar las peligrosas minas antipersonales.

Son dos años de negociaciones que son respaldadas por la mayoría de colombiano/as que en las últimas elecciones presidenciales le dijeron si a este importante esfuerzo. Ese día, fue histórico para nosotros, porque la mayoría dio un espaldarazo a las actuales negociaciones de paz. Se busca cerrar un capitulo muy triste en la historia de Colombia, que lleva más de cincuenta años en guerra. Aunque existen legítimos actores escépticos del proceso de paz, se nos presenta como la punta de entrada para lograr un país más justo y desarrollado.

Si logramos ponerle punto final al conflicto armado se espera un mayor y un mejor crecimiento económico que buscaría por medio de la gobernabilidad una mejor distribución de la riqueza en el país.

En mi opinión, nuestro país en un clima de paz tendría mayores posibilidades de mejorar sus indicadores de desarrollo y ser una sociedad más justa además de cerrar las enormes brechas sociales que distinguen a la actual sociedad colombiana. Sin duda alguna todos ganaríamos con un país en paz, todos los sectores de la opinión tendrían mejores resultados y pensaríamos en un país más justo y equitativo para todo/as.

Alvaro Támara Higuera

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