La pantomima de Maduro
Como algunos saben supuestamente
en Venezuela se van a realizar elecciones presidenciales en mayo, recuerdo que
en mi época universitaria, como integrante de la Organización Nacional de las
Juventudes Liberales (ONJL), me correspondió cuando el Partido Liberal se
encontraba en la oposición, recuerdo a las directivas de mi partido del cual
soy militante político en cada elección ya sea nacional o regional pedir que
existan garantías para las elecciones, esto es importante, desde esa época me
di cuenta que si la oposición de un país no tiene garantías sencillamente esa
elección no es democrática, ni justa y tampoco será limpia. Eso me permite
estar de acuerdo con la MUD en su decisión de no participar en las elecciones
presidenciales porque para nadie es un secreto que sencillamente no existen garantías
para que sea una elección limpia y justa.
La situación en Venezuela o
mejor la palabra que mejor describe a la nación hermana es “destrucción”, como escribí
hace un tiempo, en el vecino país, la gente se odia, inclusive entre miembros
de una misma familia, la gente ya no se habla, en Venezuela, la denominada
lucha de clases, entre ricos y pobres trajo como consecuencia que la clase
media, o un sector de está termine comiendo de la basura pero si esto no es dramático,
la destrucción y el saqueo de Venezuela, la convirtió en un país fantasma,
donde las aulas están casi vacías, los centros comerciales casi desocupados,
las autopistas solas debido a que como todo el mundo sabe todo aquel que puede
irse de Venezuela, lo hace. Actualmente, un venezolano promedio gana, unos
1.500.000 bolívares, que al cambio son menos de US $ 8 dólares al mes que es un
sueldo miserable que no alcanza para nada y no cubre ni siquiera la canasta básica
de alimentos, pero lo más grave es que más de la mitad de los jóvenes venezolanos
tienen pensando irse de Venezuela ante la falta de oportunidades en la otrora
potencia petrolera, este dato debería preocupar a cualquier gobernante sensato,
menos al inepto de Maduro, que no comprende que para el momento de la reconstrucción
de Venezuela, sencillamente no habrán jóvenes para eso porque la mayoría se ha
ido, un drama para la nación hermana donde nosotros somos testigos de la
destrucción, de ya no solo del aparato productivo sino del país, sino de la
huida de jóvenes que no estarán para reconstruirla, las perspectivas de Venezuela a futuro no son
nada alentadoras.
El gobierno de Maduro, de
manera previsible y errática, le achaca los problemas de su país al
imperialismo yankee, a sus vecinos, a los marcianos, en fin, a todos menos a su
pésima gestión económica donde la salida más fácil y previsible es culpar a los
extranjeros de los problemas que su ineptitud no es capaz de resolver, porque
es muy fácil culpar a los extranjeros como chivo expiatorio del desastre que
provoca tu ingobernabilidad. No soy economista, mi campo es ser politólogo e
internacionalista pero no se necesita ser un experto para deducir que el
desastre económico venezolano se debe a la pésima gestión económica de Maduro,
¿por qué?, las continuas y exageradas emisiones de dinero por parte del Banco
Central de Venezuela es la culpable de la hiperinflación en Venezuela, en teoría
económica, si emites mucha oferta monetaria podrías producir inflación,
entonces el único culpable de la hiperinflación en Venezuela, es el gobierno
Maduro que su pésima gestión lo único que ha logrado es convertir a Venezuela en el país con
la mayor tasa de inflación del planeta.
Aunque no caería, en los
argumentos fantoches, de un abogado, como el Sr. Abelardo De la Espriella de
insinuar un magnicidio contra Maduro como forma de solucionar los problemas de
Venezuela porque yo considero que la vida es sagrada sí creo que ante la crisis
de ingobernabilidad del vecino país es imperativo desobedecer a una dictadura
que acabo la vida de mucha gente y separo a muchas familias en Venezuela pero
creo que son los mismos venezolanos, solo ellos, los que deben tomar como dicen,
“el toro por los cuernos”, y lograr la caída de un dictador sin escrúpulos que
acabo la vida de millones de personas en su país, repito es preciso desobedecer
y los países del hemisferio por lo menos una mayoría debe condenar y castigar a
un país que acabo las normas más elementales de gobernabilidad y tiene en un
terrible estado de postración a su pueblo. Por el bien, de Venezuela, ¡Maduro,
debe caer!, y entre más rápido, mucho mejor…
Alvaro Támara Higuera
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