jueves, 27 de febrero de 2020


Desde hace muchos años, soy un orgulloso comunal, dentro de la JAC Cedritos, un barrio de clase media bogotano, contrario a lo que piensan algunos también tenemos problemas, como cualquier barrio de nuestro país, problemas de inseguridad, movilidad, convivencia, etc. Muchas cosas, positivas, se pueden hacer en la actividad comunal por el bien de una comunidad y encontrar un grupo de personas que buscan mejorar la comunidad donde vives, me parece interesante la organización comunal, repito muchas cosas positivas se pueden hacer por la comunidad de manera desinteresada.

Cuando ingrese en la actividad comunal, no conocía nada, sobre este tema, después me entere que fueron creadas, por el sociólogo, Orlando Fals Borda, el padre de la sociología en Colombia y fue durante, la administración liberal, del Sr. presidente, Carlos Lleras Restrepo, imagínense, un líder político de la talla de un estadista, vio con interés, la conformación de la organización comunal como una forma de organización desde los barrios de Colombia. Nuestro país, tiene muchos problemas por solucionar, lamentablemente, la presencia del estado no es tan numerosa como quisiéramos, entonces, las juntas de acción comunal, son de las pocas organizaciones que tienen presencia en toda Colombia, son miles de JAC, conformadas en todos los pueblos y ciudades de Colombia, desde los barrios más ricos, hasta los más pobres tienen presencia, las Juntas de Acción Comunal, afortunadamente, el interés ciudadano por mejorar cada una de nuestras comunidades es general, no existen estratos sociales ni diferencias sociales cuando de construir mejores comunidades y un mejor país, se trata, el comunal, en todos los rincones de Colombia, lo hace con el ánimo de mejorar su entorno, de tener un mejor país para todos.

A comienzos, de este año, leí, una serie de ensayos, del libro, “reimaginando Colombia”, una obra editada por la empresa, Mckinsey & Company, de editorial, Planeta; la gran mayoría de sus autores de todos los sectores de Colombia, tanto público como privados, preocupados por tener un mejor país, dentro de esos ensayos, me causo especial interés, “ciudadanos empoderados”, de la periodista, Ángela Patricia Janiot, donde nos muestra como los ciudadanos de los Estados Unidos, se organizan en cabildos, realizan reuniones, donde tratan de mejorar los problemas de sus comunidades y que son primordiales para el normal desarrollo de los Estados Unidos. Entonces, yo dije, aquí, esa organización, aunque un poco más de manera informal, también existen y son las Juntas de Acción Comunal, que vienen siendo el ejercicio de democracia participativa más elemental, pero a la vez más efectivo para las comunidades de nuestro país, el primer modelo de democracia participativa, la primera organización de sociedad civil y elemento de construcción de democracia en nuestro país, son las Juntas de Acción Comunal. Se puede decir, que para muchas comunidades, la cara del estado colombiano y su forma de organización administrativa más cercana y democrática, son las Juntas de Acción Comunal. Entonces, para la construcción de democracia participativa y participación de la sociedad civil, las Juntas de Acción Comunal tienen un papel importante, como quizás, la primera organización administrativa; mejor dicho, la más cercana a los ciudadanos de nuestro país.

A todos los comunales de nuestro país, entre los que me incluyo, nos duele, las amenazas y los asesinatos de tantos comunales por todo el país, lamentablemente, ser comunal en nuestro país, es una labor de alto riesgo. Nosotros, a pesar de provenir de un barrio de clase media bogotano, no somos inmunes a caer en esta problemática, pero que sea este un espacio, para solidarizarnos, con todas las familias de aquellos comunales, que han visto perder la vida de tantos comunales en nuestro país, rechazamos, esos asesinatos y expresamos nuestro repudio contra las organizaciones criminales, que le hacen tanto daño, a tantas comunidades. Pedimos, que a todos los comunales de Colombia, se les respete su labor, se les garantice su vida y hacemos un llamado a nuestro gobierno, para que se proteja la labor de los comunales a lo largo y ancho de Colombia. Qué, sea este escrito, un homenaje a todos los comunales que perdieron su vida a causa de su labor comunitaria, repito, la labor, que hacemos por nuestras comunidades es importante, debe ser respetado y valorado.

Recordemos, las JAC, son importantes para la democracia participativa, para la tranquilidad de nuestros barrios, y un elemento esencial para la sociedad civil colombiana. Una labor, que creemos, debe ser protegida y mejor valorada en nuestro país.

Alvaro Támara Higuera


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