Las protestas en Chile, tomaron por sorpresa a muchos, el país austral, era un ejemplo de estabilidad política y para algunos, un modelo de desarrollo, parece todo andaba bien en Chile, pero los ojos agudos, sabían que la realidad era muy diferente y en la sociedad chilena, se estaba gestando una enorme insatisfacción popular, producto no de la pobreza sino de una enorme desigualdad. El chileno, está cansado de ver, como los ricos se hacen cada día más ricos, en cambio, para la clase media chilena estaba en un total estancamiento y esa forma de pauperizarla era injusto, en un estado chileno donde muy pocos se hacían cada vez más ricos. Años, atrás, los estudiantes chilenos, ya daban muestras, de esa enorme insatisfacción popular, los altos costos de las matrículas universitarias hacían que la educación universitaria, en otros tiempos, una forma de lograr movilidad social, con esos altos precios, se volvieron inaccesibles para la mayoría de los chilenos, las universidades chilenas, se volvieron exclusivas para un reducido sector de la población chilena, pero no era, la educación, la única fuente de insatisfacción popular, el sistema de salud, en manos de privados, logro que la atención pública de calidad sea para unos cuantos, y que decir, de las pensiones, la gran mayoría de los chilenos, veían como poderse, pensionarse, a pesar de tener jornadas de trabajo más largas era casi imposible. En pocas, palabras, el chileno, veía como la clase media, perdía bienestar y que de no hacer nada, ahora sí, la clase media chilena, seria producto de un museo. El chileno, sencillamente, veía, como en sus manos, su bienestar se les iba de las manos y si no hacían nada, ya era muy difícil, dejar de ser clase media y caer en la pobreza. Este sentimiento de la clase media chilena, es en realidad, un factor en común, en toda América Latina, por eso, no es raro, las protestas, no solo en Santiago, sino en todas las capitales y ciudades de Latinoamérica. El sentimiento que en nuestra región, existe una enorme desigualdad, se percibe, en toda la región y era solo cuestión de tiempo para que en algún momento estallara, y así paso, simplemente…

En Chile, esa enorme insatisfacción popular se conjugaba en una sola cosa, el legado pinochetista, que a ojos de este Analista Político, se debió dejar desde el mismo momento, en que Chile, volvió la democracia. En realidad, el nefasto legado pinochetista, sobrevivió, hasta nuestros días, cuando debió ser olvidado desde el mismo momento, en que el primer gobierno de la Concertación asumió el poder. Aquí, es donde yo difiero, de algunos analistas, que creen que el legado pinochetista, sus reformas neoliberales, eran las responsables del progreso de Chile, eso fue lo que la derecha chilena, perversamente, les vendió esa imagen al planeta. No, en realidad, el progreso, de Chile, se debió, a las reformas emprendidas, favorables al pueblo, realizadas por la Concertación, no por el legado pinochetista, que no salvo a Chile, del comunismo, sino que dejo miles de muertes a lo largo y ancho del país. La izquierda, chilena, recuerda, el gobierno socialista, de Salvador Allende, que fue el primer socialista, elegido democráticamente y piensan que Chile, se encamina hacia el socialismo, de nuevo. Nada, más alejado de la realidad, prácticamente, nadie en Chile, quiere volver al socialismo, pero si quieren cambios urgentes para el país, borrar la Constitución de 1980, que es de la era de Pinochet, por una Constitución, donde los chilenos en el plebiscito de abril, deben mayoritariamente, querer cambiar la Constitución y sus miembros, sean elegidos popularmente, en su totalidad. Nosotros, los colombianos, podemos ayudar al pueblo chileno, la experiencia de 1990, de cambiar la Constitución, por una que sea garantista en derechos, donde todos sus miembros fueron elegidos popularmente mediante Asamblea Constituyente podría servir de experiencia en el proceso chileno. Nuestro, proceso, fue interesante, lo más relevante, es que dejamos un proceso regenerador, altamente regresivo, por una constitución política altamente garantista en derechos y donde todos sus miembros, fueron elegidos, por medio de una Asamblea Nacional Constituyente, es bueno añadir, que fue la primera constitución política en la historia de Colombia, que no fue promulgada, por una guerra donde un bando ganaba la confrontación, sino que fue hecha en democracia y con una gran legitimidad. Repito, dudo mucho, que Chile, caiga bajo un modelo socialista, lo que sí creo, es que tomen un modelo económico más justo, más humano, como sería una Economía Social de Mercado, si Chile, resuelve, abrazar una Economía Social de Mercado, que considero, el modelo económico más apropiado para nuestros países, sería un gran ejemplo para muchos países de la región, entre ellos, nosotros, donde repito, considero, el neoliberalismo, no es que no funcione, sino que está agotado y es necesario, un modelo económico más justo y más humano, como es una Economía Social de Mercado.

Entonces, para concluir, considero, Chile, no caerá en populismos, ni de derecha, ni de izquierda. Definitivamente, no lo veo girando hacia el socialismo, pero esto no quiere decir, que no se necesitan cambios. Por, supuesto, si se necesitan y muchos, pero veo, un Chile, que abrace un modelo de Economía Social de Mercado, que sea fuente de inspiración para toda la región y sea un modelo de desarrollo económico para todo Latinoamérica, espero así sea…

Alvaro Támara Higuera


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