viernes, 27 de julio de 2018


Comprendo que los hechos ocurridos el pasado 20 de julio ofenda a algunos, pero si lo pensamos mejor y al mejor estilo del profesor Mockus, su forma de protestar es no violenta, puede que las nalgas de Mockus, no sean las más estéticas y eso ofenda a algunos, por lo menos ante lo que se ve a simple vista, si eso no lo discutimos, las nalgas del profesor Mockus, no son las más trabajadas, pero es una acción individual, silenciosa, una curiosa forma de protestar que en realidad no busca ofender a nadie, sino dejar algo más, un mensaje, como dicen los publicistas generar recordación, yo creo que gracias a la acción de Mockus, que algunos pueden considerar desafortunada muchos medios de comunicación, nos dijeron cuál era el propósito que no es otro que protestar por el irrespeto en el Congreso de la República a la persona que está hablando y no lo escuchan, y si, aunque inusual la forma de protestar del profesor, Mockus, es una prueba de lo complicado que es hacerse escuchar en el Congreso, donde los egos y el irrespeto de los honorables padres de la patria, está siempre a la vista. El profesor, Mockus, no está loco, eso sí su acción es transgresora, pero no es mala, porque aquí es donde quiero mostrar lo admirable como se ve la inteligencia del Sr. Mockus. Quiero que sepan que una cosa es transgredir, saberlo hacer y otra muy diferente caer en la vulgaridad, y claro, aquí entra la inteligencia de la persona, existe una delgada línea entre saber transgredir y caer en la vulgaridad; un ejemplo, transgredir, o ser transgresor es una forma de expresión como lo hace, el H.S. Mockus, que para algunos es ofensivo para otros, aunque no lo crean es arte y otra muy diferente, es caer en la vulgaridad. Creo que muchos tratan de transgredir, y no lo logran; otro ejemplo, la cantante norteamericana, Miley Cyrus, ella trata de transgredir, pero sus performances caen si lo notan en la vulgaridad, en lo que denominaríamos, lo grotesco. Su forma de expresar, es vulgar, tratar de pasar una línea cayendo en lo grotesco, en lo patético; en cambio, lo del profesor, Mockus, es diferente, trata de corregir, de dejar una lección, son como las fabulas de los griegos, que recordamos cuando éramos niños, te dejan una enseñanza, una lección, esa es la forma de protestar del Sr. Mockus, es sobrepasar una línea pero con un desenlace, que es dejar una lección en el público que lo mira o escucha, como cuando Socrates, tomo la cicuta, fue sentenciado a muerte, pero inclusive esto dejo una lección de aprendizaje o valentía.

Sí, me preguntan, sin ser experto, yo creo, que por expresarse de una forma un poco excéntrica, el profesor, Mockus, no debe ser amonestado, porque su acción busca corregir una conducta más grave, en el Congreso no se saben comunicar, o no se escucha a la gente, a lo sumo, debe existir una amonestación privada, donde se indique que no se toleraran más esas expresiones excéntricas de corregir algo, pero repito, es una acción no violenta, por parte del profesor, Mockus, que no busca ofender a nadie sino corregir un hecho que debe cambiar, esa es lección más importante, en el Congreso se deben escuchar mejor a las personas, eso es más importante que un acción valgan la redundancia, aleccionadora en contra del profesor, Mockus.

Alvaro Támara Higuera


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