No me gusta los EUA de Trump
Y es bueno hacer la
diferencia, porque como saben, me declaro admirador de los EE.UU. cuando era un
referente de la libertad, cuando era la esperanza para millones de personas en
el mundo, cuando defendía las libertades individuales, cuando defendía el libre
comercio entre las naciones; como no apoyar a ese EE.UU. que todavía existe
donde logran convivir cientos de nacionalidades sin hacerse daño, donde la mayoría
de sus habitantes tiene una muy alta calidad de vida, un país que realiza
elecciones sin pausas hace más de doscientos años. Claro, yo creo en ese
Estados Unidos de América donde millones de personas han construido sus sueños,
sus ilusiones, su proyecto de vida. Un país, donde la palabra, “extranjero”,
era la habitual, porque como dije, conviven millones de personas de diversas
nacionalidades, solo en Nueva York, conviven personas de más de cien
nacionalidades distintas, en ningún otro lugar del mundo la palabra diversidad
tiene ese enorme significado, una nación donde miles de perseguidos políticos
tuvieron una segunda oportunidad en la vida. Como no admirar, a una nación, no
tanto por su poderío económico o militar sino en unos principios de libertad,
igualdad y fraternidad, un lugar que fue clave en la lucha por los derechos
civiles, donde las minorías tienen esperanza de mejorar sus vidas. Si,
claramente, los EE.UU., no son una sociedad perfecta, tiene enorme contrastes
entre diferentes grupos étnicos, problemas con la tenencia de armas, me atrevo
a decir, una relación malsana, con las armas, deberían tener un mejor control de
armas, como en mucho de los países desarrollados, quizás esto es problemático pero
resolver este problema ayudaría mucho a los Estados Unidos a nivel interno. No
voy a extenderme en este tema, que es un problema de sus habitantes, pero por
todo lo expuesto, en las cosas buenas, en esos valores, yo creo en ese Estados
Unidos de América, no en el otro…
En contraste, existe el
otro, Estados Unidos de América, que existe en la mente de Trump, un ricachón,
tacaño y amarrete, diferente de hombres mucho más ricos, que tienen tanto dinero,
que buscan beneficiar a la humanidad, como Bill Gates, Elon Musk o Michael
Bloomberg, ellos creen en la diversidad, creen en la libertad, saben que eso
genera riqueza también, creer y tener confianza en el destino de una nación que
cree en la libertad. No es nuevo, la retórica de Trump, el aislacionismo ha
existido ya en la historia de los EE.UU., no tanto en crear barreras, pero en
los EE.UU. mucho saben que es mejor y más saludable abrir puertas, que
cerrarlas, que no creen en el Muro de la discordia de Trump, un muro racista,
que está creando no solo un muro entre los EE.UU. y México, sino entre EE.UU. y
Latinoamérica, donde se supone que existen valores compartidos y más cosas que
nos unen que las que nos separan. Percibo, en Trump, un racismo, contra los
latinos, como nunca se había visto nunca, cuando mucha gente sabe que el futuro
de los Estados Unidos son los latinos, quizás está idea perturba a personas
como Trump, saber que el futuro de los EE.UU. ya no es blanco, puro y
cristalino, sino de muchos colores vivos como nosotros los latinos. Ese Estados
Unidos, de Trump, no creo yo, allí con su segregación racial en el profundo sur
de los EE.UU., allí con la creación de Liberia, como un lugar para enviar a
todos los negros a África. Allí, donde
el cree, que cerrando sus fronteras, se siente más tranquilo y seguro, con una
economía que funciona pero a corto plazo, pero que a largo plazo veremos sus
efectos, donde todo será más caro, y donde las naciones no van cooperar como
aliados sino que se van a mostrar los dientes sobre quienes son más poderosos.
En fin, frente a esto, creo
que EE.UU., no Trump, triunfara, pronto la nación y su pueblo se darán cuenta
sabiamente que ese no es el camino y su destino; que su papel en el mundo es
totalmente diferente a lo que plantea Trump, que cree en la cooperación, en
valores como la libertad, pronto se darán cuenta, que los EE.UU. que propone
Trump, no es el camino adecuado, pronto los EE.UU. que admiramos muchos saldrá adelante
y que Trump, es tan solo un muy pequeño impasse en la gran historia del país
del norte. EE.UU. saldrá adelante, el Estados Unidos del que creemos y no el de
Trump, el de ese señor, es tan solo un paréntesis en su historia que solo
durara apenas cuatro años.
Alvaro Támara Higuera
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