miércoles, 6 de septiembre de 2017

Está columna de opinión, se escribio en el portal de periodismo ciudadano, Soyperiodista.com en octubre de 2013, unos meses después de la llegada del Santo Padre, Papa Francisco. La retomamos, como una forma de estar a tono con la visita de su Santidad a Colombia...


Como la mayoría de colombianos, soy católico, es la religión que creo y la de mis antepasados. También soy consciente que debe existir la separación entre la iglesia y el Estado además soy respetuoso de un estado laico pero como liberal, sabemos que la iglesia católica juega un papel muy importante dentro de la sociedad colombiana.

Es raro decirlo, pero me gusta asistir a misa, escuchar las enseñanzas del padre, una tradición oral que lleva miles de años, reconciliarme con la parte espiritual en lo personal es algo que agradezco y sentir la presencia de Dios en mi vida creo que me llena de fe y me aleja de los temores. Soy de aquellos, que creo que la iglesia católica, su papel dentro de la sociedad es beneficiosa porque se necesita y es un discurso valido y aceptado también, que existan valores importantes.

A través de la historia, la iglesia católica se mueve por siglos de auge y debilitamiento, algunos muy cuestionables por sus métodos inquisidores. Sus inicios fueron difíciles, persecuciones contra los cristianos durante el Imperio Romano, luego convertida con el paso del tiempo en religión oficial.

Se extendió por todo el Imperio, y a través de los siglos por toda la tierra a través de un exigente proceso de evangelización. Su momento de crisis, fue durante la Reforma Protestante, perdiendo millones de fieles y generando un cisma que hoy persiste. Hoy, la iglesia católica atraviesa un momento difícil con acusaciones por parte de la prensa sobre casos de pedofilia además la falta de motivación religiosa por parte de muchos europeos.

El fervor religioso en Europa viene en franco deterioro, quizás por una mayor racionalización por parte de sus habitantes. En Latinoamérica, denominado “el continente de la esperanza”, todavía tiene millones de personas que creen firmemente en su fe y tienen la parte espiritual como algo trascendental. Aquí, las iglesias están llenas en Europa no es así. Por eso, es evidente que la iglesia católica, vive un momento de dificultad y se encuentra a la defensiva.
Es por eso, que bajo el respeto por el ser humano, la tolerancia por los otros además de las ideas ajenas se debe pasar a la ofensiva, reviviendo de manera pacifica e inteligente la fe de millones que necesitan del mensaje de Dios para tener paz en su corazón.

La iglesia católica lleva miles de años y sufrió momentos difíciles pero siempre salio victoriosa y fortalecida porque mientras las enseñanzas de Jesucristo sobre el perdón y el amor a los demás sean universales está respetada institución seguirá siendo importante para todos los seres humanos.

Alvaro Támara Higuera

u1000150@unimilitar.edu.co


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