Las lecciones que nos deja la II Guerra Mundial
El 1 de septiembre de
1939, hace ochenta años, la Alemania Nazi, invadió a Polonia desatando la II
Guerra Mundial, una guerra que dejo un saldo de más de cincuenta millones de
personas muertas y destrozo al continente europeo e involucro como su nombre lo
indica a todo el planeta, porque sus campos de batalla, se desarrollaron no
solo en Europa, sino en Asia y África además involucro países de todo el mundo.
Muchos hombres de buena voluntad trataron de evitar el desastre, desde
políticos muy importantes hasta personas comunes y corrientes, sabiendo lo que
significaba los horrores de la guerra, muchos de ellos vivieron la I Guerra
Mundial, que dejo casi veinte millones de muertes y mutilados. Recuerdo, que
alguna vez, leí que el primer ministro británico, Chamberlain que conocía los
horrores de la guerra por los millones de muertes y mutilados de la I Guerra
Mundial, no quería repetir esa experiencia e hizo lo que pudo por evitarla, lo
logro por algunos años pero parece evitar lo inevitable era imposible, y aunque
pensó que como el mismo dijo, por los Acuerdos de Munich, habría logrado la paz
en nuestro tiempo, dijo; la realidad, fue que solo aplazo un conflicto que
venía unos años después. De todas formas, fue un intento loable por evitar la
pérdida de vidas humanas.
Personalmente, tengo un
alto concepto del pueblo alemán, creo, que, en ese país, han nacido, los
científicos, filósofos e intelectuales más inteligentes. El pueblo alemán,
tengo entendido, es disciplinado y muy racional, por eso para algunos causa
extrañeza que hayan sido los causantes del terrible nazismo, que, viéndolo
bien, Hitler, era en ese momento, un “mesías”, para los alemanes y se embarcaron
en unos de los proyectos políticos más peligrosos que haya conocido la
humanidad, pero como los alemanes, llegaron a eso. Analicémoslo. Después, de la
I Guerra Mundial, producto del humillante, Tratado de Versalles, los alemanes
quedaron en un nivel de postración donde su economía estaba en el piso y su
país, humillado por las potencias vencedoras, esto género, un estado de pobreza
e ignorancia tal, que los alemanes, junto a la hiperinflación de la República
de Weimar de ese entonces genero tal estado de humillación que comenzaron los
alemanes a mirar proyectos políticos mesiánicos que los sacaran de ese estado
de postración, fue así que creció el fenómeno del nazismo, en un pueblo muy
inteligente pero humillado y desesperado. Además, esto es una interpretación
mía, en la consciencia de los alemanes y de los europeos, existe un racismo
generalizado donde las ideas de la supremacía blanca, dieron espacio a un
sentimiento xenofóbico, contra todo lo extranjero. Galbraith, en el libro, “el
dinero”, menciona acertadamente, que el desprecio a los judíos, era en
realidad, el desprecio a los extranjeros, lo que ocurrió es que los judíos,
llevaron la peor parte, y no son cuentos, está documentado y si usted va a los
Campos de Concentración, me cuentan personas cercanas que han ido, se siente
ese ambiente de muerte, una extraña sensación, que efectivamente algo muy grave
ocurrió en esos campos de concentración.
Efectivamente, cuando
Hitler, en ese fatídico, 1933, accede a ser Canciller de Alemania, este país comenzó
a registrar una recuperación económica y eso ayudo al dictador a vender el cuento,
de conceptos, como el “lebensraum”, o la superioridad aria, un concepto
equivocado que solo existe en las mentes de los racistas, con poca lectura o
sin conocer otros pueblos, mejor dicho, sin un nivel adecuado de lectura o de
mundo, ante la falta de viaje. Me preocupa, que el mundo esté en momentos
parecidos actualmente, donde las fuerzas populistas tanto de derecha y de
izquierda crecen aceleradamente, alimentado, por un sistema económico
neoliberal, que aumento las desigualdades en el mundo, además un sistema de
valores individualista y una pauperización de la clase media, que ya no confía
en los políticos, ni en el sistema político. Repetir, la locura de las guerras,
en realidad no estamos lejos de repetir el desastre y solo un sistema económico
más humano y justo podría ser la receta para no repetir el apocalipsis.
La II Guerra Mundial, al
final, dejo como sabemos, dos potencias, ganadoras, los Estados Unidos, como
adalid de la democracia, las libertades y el capitalismo en el mundo y la URSS,
como el adalid de los derechos de los trabajadores del mundo, además, de la
herencia terrible, de las armas nucleares, un peligro que pone al planeta en
grave peligro, quizás al borde de la destrucción. Eso, lo malo, pero lo bueno,
es que dejo un mundo más interdependiente, una legislación internacional, que
propugna por la paz y un sistema de la ONU, que es el modelo más cercano para
lograr la paz en el mundo. Después, de la II Guerra Mundial, también dejo un
planeta más justo, hoy más personas tienen sus necesidades básicas satisfechas,
son ciudadanos realmente con todos los derechos y deberes, avances tecnológicos
y en la medicina, un aumento sustancial en la esperanza de vida.
Lamentablemente, todavía queda cientos de millones de personas en la pobreza o
en la miseria, pero actualmente, no existe un momento, donde existan más
personas dentro de la clase media, como hoy. Repito, todavía queda mucha gente
por fuera de las oportunidades y un modo de vida mejor, pero hoy tenemos un
mundo más justo y mejor, ojalá veamos los grandes avances de la humanidad, los
valoremos y no nos dejemos, llevar por los “teóricos del fracaso”, que solo ven
lo malo y no reconocen o no leen que vivimos en un mundo algo mejor…
Alvaro Támara Higuera
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