lunes, 12 de enero de 2015

A comienzos de año, los colombiano/as nos impactaron las terribles imágenes de un grupo de barbaros cometían contra un noble animal, un toro propinándoles golpes y una mortal cuchillada en la corraleja de Turbaco, Bolívar. Estas crudas imágenes podrían ser el punto de quiebre para que los ciudadano/as tomen conciencia y no tolerar la crueldad contra los animales.

Personalmente parto de la base que a través de la historia, los seres humanos formaron una civilización y cultura transformando su entorno. Está transformaciones son, construir, edificar, diseñar, pintar, escribir, cantar, componer, leer, etc. ¿Desde cuándo la destrucción o muerte de un animal hacen parte de la civilización humana o la cultura?. Claramente, estas conductas irracionales, no son más que actos barbaros contra los animales y no hacen parte ni de la civilización, ni de la cultura. Además, es bueno recordar ejemplos de otras naciones que lograron abolir estas prácticas inhumanas dentro de su sociedad. El Reino Unido, prohibido las corridas de toros a mediados de siglo XIX, al día de hoy en este país británico nadie pide su reanudación porque se adquirió con el tiempo la conciencia dentro de sus ciudadano/as que eran actos barbaros contra los animales. El tiempo les dará la razón a los promotores contra el maltrato animal en Colombia que es necesario abolir estas prácticas horrendas que vienen de tiempos de la colonia y que lo mejor que pueden hacer sus promotores es que se dediquen a otra cosa en vez de aferrarse a una práctica inhumana e irracional que va en contra del sentido común.

Algunos para atacar al creciente número de opositores contra las corridas de toros, corralejas, peleas de gallos, de perros, etc. Argumentan que nadie se queja cuando a una vaca es sacrificada en un matadero para comer un bistec. ¿Parece lógico?, pero no lo es. Acaso, a diferencia de los espectadores de estos horrendos espectáculos los consumidores de carne van al matadero y se deleitan como matan a la vaca. Nadie se deleita con esto pero si es el caso y estamos en el tiempo que podríamos debatir si cambiamos nuestra forma de alimentarnos a maneras más saludables si es el caso.
Actualmente cursan en el Congreso de la Repúblicas, dos proyectos de ley para acabar estas prácticas esperemos que los legisladores escuchen el clamor mayoritario de los ciudadano/as de la República para acabarlas. ¡El momento, es ahora!.

Alvaro Támara Higuera

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