Gabo, periodista
Desde hace unos meses tuve la oportunidad de leer una completa
recopilación sobre los artículos periodísticos de nuestro Premio Nobel
de literatura, Sr. Gabriel García Márquez, al leerlo pude reconocer
inmediatamente la importancia de su legado como periodista y su
influencia como notable escritor. Gabo, como cariñosamente lo llamamos
los colombiano/as trabajo en los diarios de El Universal de Cartagena,
El Heraldo de Barranquilla y por último, en el diario, El Espectador de
Bogotá. Entender a Gabo en su rol como periodista es clave para
comprender sus orígenes en la escritura, sus referentes literarios
además ya como periodista se podían mostrar ciertos rasgos que luego
trabajo en su extensa y prolífica carrera literaria.
Su paso por los diarios de la Costa Atlántica, se puede reflejar en sus escritos un notable y valioso interés de resaltar el ambiente cultural de las principales ciudades del caribe colombiano, se ve su notable participación en La Cueva de Barranquilla, pero es el mismo Gabo, que nos cuenta que en Cartagena existía otro espacio igual, como La Cueva donde lo más notable de los exponentes intelectuales de la región se reunían. También se resalta el gusto y la influencia del escritor estadounidense, William Faulkner en el trabajo de nuestro Nobel literario también su amistad con el poeta, Alvaro Mutis. Importante también, que se puede ver en los artículos periodísticos es que desde tiempo atrás de comenzar su trabajo literario, el Gabo, ya tenía en su mente escribir una novela espectacular como Cien Años de Soledad, comentando su interés en el personaje, del Coronel, Aureliano Buendía y la riqueza que vivía la zona bananera del Magdalena en ese entonces.
En su trabajo como periodista, en el diario, El Espectador, de Bogotá, se puede resaltar su paso como crítico de peliculas donde se veía un interés de resaltar positivamente el cine nacional además de ser agudo critico de las producciones de Hollywood. El paso de nuestro Nobel, por el diario, El Espectador, fue en medio de la dictadura militar, del General, Gustavo Rojas Pinilla, quizás por prudencia no es notoria su opinión en temas políticos pero no por esto fue importante su paso por el diario capitalino. Escribió, cuatro crónicas periodísticas, valiosas y que vale la pena resaltar. La primera, sobre una catástrofe minera en Antioquia que le valieron buenas críticas. La segunda, sobre la situación social del Chocó, mordaz crítica sobre el atraso y el olvido de este departamento del Pacifico por parte de la dirigencia nacional. La tercera y la cuarta, las dos más importantes en mi opinión. La tercera, sobre el triple campeón de la Vuelta Colombia, Ramón Hoyos, una completa radiografía sobre un deportista que supero numerosas dificultades para ser tan excelente deportista y una gloria del deporte además de resaltar la parte humana del ciclista antioqueño, el primer escarabajo del ciclismo colombiano. La cuarta, una crónica, sobre el hundimiento del A.R.C. Caldas y su principal protagonista, un náufrago que duro casi un mes en el mar y tuvo que realizar cosas inimaginables para poder sobrevivir. Está ultima crónica es valiosa y fundamental para comprender como se escribió la excelente novela, Relato de un náufrago.
Fue grato para mí, leer los artículos periodísticos completos de Gabo para comprender que desde entonces su narrativa es insuperable, única además como ya lo dije entender que el paso por el periodismo del Gabo fue clave para luego desarrollar su notable trabajo literario. Por último, recomiendo a periodistas o personas que aman está profesión a leerlas porque son un excelente ejemplo de trabajo periodístico que difícilmente se encuentra actualmente salvo contadas excepciones pero no digo esto cono en ánimo de criticar a los actuales periodistas sino para resaltar merecidamente una faceta de nuestro Nobel, que no se conoce mucho. Gabo, periodista es un excelente referente cualquier periodista para mejorar la calidad del trabajo periodístico en Colombia. Personalmente, fue valioso leerlo y creo que fue enriquecedor conocer esa faceta de Gabo, clave para desarrollar su notable y único trabajo literario. Vale la pena, leer a Gabo en su faceta de periodista, ¡lo recomiendo!.
Alvaro Támara Higuera
u1000150@unimilitar.edu.co
Facebook: Alvaro Támara Higuera
Twitter: @aethcolombia
Pinterest: Alvaro Támara Higuera
Google +: Alvaro Támara Higuera
Instagram: Kikeliberal
Su paso por los diarios de la Costa Atlántica, se puede reflejar en sus escritos un notable y valioso interés de resaltar el ambiente cultural de las principales ciudades del caribe colombiano, se ve su notable participación en La Cueva de Barranquilla, pero es el mismo Gabo, que nos cuenta que en Cartagena existía otro espacio igual, como La Cueva donde lo más notable de los exponentes intelectuales de la región se reunían. También se resalta el gusto y la influencia del escritor estadounidense, William Faulkner en el trabajo de nuestro Nobel literario también su amistad con el poeta, Alvaro Mutis. Importante también, que se puede ver en los artículos periodísticos es que desde tiempo atrás de comenzar su trabajo literario, el Gabo, ya tenía en su mente escribir una novela espectacular como Cien Años de Soledad, comentando su interés en el personaje, del Coronel, Aureliano Buendía y la riqueza que vivía la zona bananera del Magdalena en ese entonces.
En su trabajo como periodista, en el diario, El Espectador, de Bogotá, se puede resaltar su paso como crítico de peliculas donde se veía un interés de resaltar positivamente el cine nacional además de ser agudo critico de las producciones de Hollywood. El paso de nuestro Nobel, por el diario, El Espectador, fue en medio de la dictadura militar, del General, Gustavo Rojas Pinilla, quizás por prudencia no es notoria su opinión en temas políticos pero no por esto fue importante su paso por el diario capitalino. Escribió, cuatro crónicas periodísticas, valiosas y que vale la pena resaltar. La primera, sobre una catástrofe minera en Antioquia que le valieron buenas críticas. La segunda, sobre la situación social del Chocó, mordaz crítica sobre el atraso y el olvido de este departamento del Pacifico por parte de la dirigencia nacional. La tercera y la cuarta, las dos más importantes en mi opinión. La tercera, sobre el triple campeón de la Vuelta Colombia, Ramón Hoyos, una completa radiografía sobre un deportista que supero numerosas dificultades para ser tan excelente deportista y una gloria del deporte además de resaltar la parte humana del ciclista antioqueño, el primer escarabajo del ciclismo colombiano. La cuarta, una crónica, sobre el hundimiento del A.R.C. Caldas y su principal protagonista, un náufrago que duro casi un mes en el mar y tuvo que realizar cosas inimaginables para poder sobrevivir. Está ultima crónica es valiosa y fundamental para comprender como se escribió la excelente novela, Relato de un náufrago.
Fue grato para mí, leer los artículos periodísticos completos de Gabo para comprender que desde entonces su narrativa es insuperable, única además como ya lo dije entender que el paso por el periodismo del Gabo fue clave para luego desarrollar su notable trabajo literario. Por último, recomiendo a periodistas o personas que aman está profesión a leerlas porque son un excelente ejemplo de trabajo periodístico que difícilmente se encuentra actualmente salvo contadas excepciones pero no digo esto cono en ánimo de criticar a los actuales periodistas sino para resaltar merecidamente una faceta de nuestro Nobel, que no se conoce mucho. Gabo, periodista es un excelente referente cualquier periodista para mejorar la calidad del trabajo periodístico en Colombia. Personalmente, fue valioso leerlo y creo que fue enriquecedor conocer esa faceta de Gabo, clave para desarrollar su notable y único trabajo literario. Vale la pena, leer a Gabo en su faceta de periodista, ¡lo recomiendo!.
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