El fenómeno Bukele: ¿positivo o negativo?
Quien no se sumaría a la ola
cuando tu país estaba sitiado por la delincuencia común eso es comprensible las
noticias que uno escuchaba de El Salvador eran los terribles delitos que cometían
los “maras” donde construyeron terribles organizaciones delictivas que pusieron
en jaque al estado salvadoreño la gente estaba cansada y desesperada lo peor
nadie daba una respuesta entonces salió el presunto salvador de la nación, la
persona elegida para ponerle solución a esa situación. Apareció Nayib Bukele,
una respuesta para algunos a los problemas que aquejaban a El Salvador. Como
presidente de El Salvador su mandato comenzó errático es que para el “salvador
de la patria”, la división de poderes le resultaba incómodo y a los meses con
las fuerzas armadas de su país tomo el control de la Asamblea Nacional obligándolos
a aprobar un estado de excepción que todavía hoy rige en el país. Con el estado
de excepción comenzaron los problemas de El Salvador donde no solo se
comenzaron a arrestar a los peligrosos delincuentes sin cumplir nada del debido
proceso sino que miles de personas fueron capturadas solo por “sospecha” ese
estado de paranoia solo trajo que algunas voces opositoras fueran puestas en
detención o con el argumento que repetimos se sospechaba de alguna relación con
actividades ilícitas ustedes saben eufemismos que usan “repúblicas bananeras”
como El Salvador para controlar a las voces discordantes entonces la gran
solución del “mesías salvadoreño” no solo fue capturar a los peligrosos
delincuentes sino la solución del estado salvadoreño era construir “megacarceles”
y mostrarlas como la gran victoria de la sociedad salvadoreña. Al final Bukele,
como Cesar romano solo tenía que subir o bajar su pulgar para decidir quiénes
eran los buenos y quienes los malos. Los salvadoreños le dieron la potestad a
una sola persona para decidir quién es la “gente buena” y quienes son la “gente
mala”, aquellas que el pensamiento de Bukele decidiera quienes ocupaban los
lugares en el paraíso o en el infierno pero increíblemente para el todopoderoso
gobernante salvadoreño no le bastaba tanto poder, entonces quería mucho más y decidió
tratar de silenciar las voces opositoras y en elecciones con amplia ventaja
para él sus aliados borrar lo que tanto le incomodaba, la oposición política
para que se necesita decía el, quería un partido político hegemónico que solo
sirviera para aprobar todo aquello que el dictaminara. Si el decía una palabra
la Asamblea Nacional fungiera de notario y el poder judicial sirviera de apéndice
del ejecutivo, si Nayib Bukele, logro todo lo que quería, ser el TODOPODEROSO
de El Salvador.
Voces valientes como el periódico
El Faro de El Salvador trataron de ser silenciadas, para el “dictador más cool”
de la galaxia como le gusta ser tratado uno de los medios de comunicación más
importantes de su país era incómodo para su pulgar ya mencionado entonces las
investigaciones contra la corrupción le resultaban incomodos entonces logro
exiliar a varios periodistas de este medio de comunicación. Ustedes comprenden
ese control dañaba la imagen “cool” de su gobierno, los informes periodísticos no
solo de este medio de comunicación sino de la prensa salvadoreña tenían que
acomodarse como las gorras de marca que usa Bukele. Mejor dicho como sus
cachuchas quería una prensa a su medida. Sin tanto control “incomodo” de la
prensa el “dictador” más “cool” se dio cuenta que sus antiguos aliados en el
Congreso le resultaban incomodos y bajo una sociedad sometida su último acto
magistral era una Asamblea Nacional a su medida donde prácticamente no existiera
oposición y claro sin esperar el escrutinio oficial le comunicó en su cuenta de
X que obtuvo la gran mayoría de los escaños del parlamento ahora era el amo y
señor de El Salvador…
Como algunos les excitan
tanto poder en sus manos no faltaron aquellos en Latinoamérica que salieron a
hablar bellezas de Bukele. En estados de excitación expresaron a sus
simpatizantes que esa es la gran respuesta que necesitan los países latinoamericanos.
Estas voces generalmente ubicados en la derecha política no se dieron cuenta
cayeron en el juego de la extrema derecha, decirle si a sus excesos, no se
necesita del estado de derecho, ni las libertades, nada de eso, solo “represión
contra el crimen y sus aliados” eso que se llama Constitución política era incómodo
y no los deja “trabajar”. Lo mentiroso del fenómeno Bukele es que esa derecha
tradicional que lo apoya corre el riesgo y lo saben de terminar de “cargamaletas”
de Bukele o Milei. La tragedia de esa derecha tradicional es que terminen
absorbidos por los fenómenos del populismo de derecha pero que carajos cuando
las ganas de comer se juntan eso a quien le importa realmente…
Su último acto fue su
reelección que según la incómoda constitución no era permitida de manera
inmediata pero a quien le importa cuando era según él la voz misma de El
Salvador la que pedía a gritos su reelección entonces el Tribunal Supremo saco
una curiosa interpretación y como por arte de magia Bukele podría reelegirse y
para sumar a su palmarés “cool” convertirse en el primer mandatario de su país
en ser reelegido desde el fin de la guerra civil. Esa es otra, esos acuerdos de
paz también eran incomodos para sus planes entonces de nuevo su pulgar dijo que
el monumento a la paz debía desaparecer y sencillamente lo acabo así sin más y
en esa visión “empresarial” que tanto excita a la derecha convertirla en tapas
de alcantarilla. Aplausos de sus áulicos que son muchos en su país y en la
región. Otra gran idea del TODOPODEROSO tropical decían otros.
Aunque estas historias ya
son harto conocidas en la región, recuerden a Fujimori, Pinochet, etc. Sabemos
que cuando baje la “espuma” y comience a verse “desnudo” el dictador “cool” la
sociedad salvadoreña se darán cuenta de la penosa realidad que lamentablemente
ayudaron a construir hoy solo sabemos que son pocas las voces dentro de El
Salvador que son capaces de decirle no al TODOPODEROSO y tan solo en estos
momentos las organizaciones de derechos humanos pueden decir algo sobre el
SUPREMO salvadoreño.
Que Dios se acuerde de los
salvadoreños porque los poderes terrenales en ese país claramente ya escogieron
con quien debían estar hoy. Dios guarde a El Salvador porque los hombres ya
escogieron a favor de Bukele tristemente…
Alvaro Támara Higuera
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