Lo que nos puede enseñar la Guerra Civil Española sobre la JEP
El 1
de abril, se conmemora, el fin de la Guerra Civil Española, un conflicto que
dejo más de quinientas mil víctimas, miles de desaparecidos e increíblemente para
un país desarrollado una total impunidad, en un país como España, un proceso de
verdad, justicia y reparación fue inexistente, en España, no hubo perdón por
los miles de desaparecidos. Por ejemplo, los casos, de bebes robados a parejas
de republicanos hoy persisten, porque no se hizo un proceso de reparación
contra las victimas ni de búsqueda de los padres, en España, no existió un
proceso de reparación en lo más mínimo, y como la gente sabe, el dictador,
Franco, cruel y sanguinario ni sus más cercanos colaboradores no pagaron un
solo día de cárcel, ni tuvieron penas alternativas ni muchos repararon a sus víctimas,
todo al día de hoy quedo en la más absoluta impunidad. Entonces, ¿qué debemos
aprender, de este conflicto?. Sencillamente, a no cometer los mismos errores y
eso es lo que nos otorga la JEP, de conocer la verdad, por más fuerte y
dolorosa que sea, también de reparar el daño a los cientos de miles de personas
afectadas en un conflicto que dejo heridas abiertas en todo el territorio
nacional. Yo alguna vez, dije que ese proceso de verdad, será doloroso, y
seguramente así será, pero como sociedad debemos confrontar esa verdad,
conocerla por más cruda que sea, para que no cometamos nunca más como sociedad
esos terribles errores, para no repetir nunca más los horrores de la guerra,
para que las próximas generaciones no repitan los errores que cometimos como
sociedad ya sea de manera pasiva o de manera activa, porque la guerra, fue tan
tenaz que es muy difícil no encontrar una familia afectada por esto, ya sea
porque ayudo a financiar grupos al margen de la ley de lado y lado o porque fue
secuestrado o asesinado uno de sus familiares, porque se apropiaron de tierras
de manera ilícita, todos en mayor o menor medida sabemos que como sociedad es
muy importante comprometernos a no repetir nunca más los horrores de la guerra
y tramitar nuestras diferencias de manera pacífica.
No
cometamos los errores de otras sociedades como en España o Brasil, donde la búsqueda
y esclarecimiento de la verdad fue inexistente y hoy un loco como Bolsonaro,
quiere celebrar un golpe de estado porque sabe que los brasileros no saben las
violaciones a los derechos humanos que cometieron los militares contra la
población civil, en algunos casos, con complicidad de sectores de la sociedad
civil brasilera. Si, nosotros, los colombianos, nunca más no queremos repetir
los horrores de la guerra debemos saber la verdad, reparar al mayor número de víctimas
que podamos y tener una justicia que satisfaga principalmente a las víctimas
del conflicto armado. Si, nosotros, dejamos perder esta oportunidad histórica,
que se presenta quizás una sola vez en la vida, de dejar de lado la guerra y
que nuestras próximas generaciones no repitan los horrores de la guerra,
debemos apoyar la labor de la JEP principalmente, que dicho sea de paso no solo
tiene el respaldo de la mayoría de los ciudadanos en nuestro país sino de la
comunidad internacional, recordemos que el mundo nos está observando y nosotros
tenemos dos opciones, o ser un buen ejemplo de reconciliación, de dialogo en el
mundo o la otra opción, de ser un país que fue incapaz de cerrar las heridas de
la guerra y no pudo dejar de repetir los terribles flagelos de la guerra. La
JEP, es la oportunidad, quizás la única que tenemos, de resolver las
injusticias de la guerra a través de la verdad, la justicia, la reparación y la
no repetición. Nosotros, somos los actores de la historia, somos los
responsables, de dejarle un mejor país a nuestras próximas generaciones, si el
proceso de la JEP, que debe tener el apoyo de todos los colombianos sale bien,
podemos aspirar a tener un país viable donde la guerra sea una cosa del pasado.
No perdamos, está oportunidad de cerrar ese ciclo de violencia, de darle a
nuestras próximas generaciones un mejor país, una mejor sociedad. Si, hacemos
las cosas de manera correcta, si no nos dejamos llevar por nuestras peores
pasiones y pensamos en las próximas generaciones, seguramente seremos un país
viable para todos, un proyecto común de todos los colombianos, donde podamos
vivir en paz y tener como dicen, una segunda oportunidad sobre la tierra. ¡Así
sea!.
Alvaro
Támara Higuera
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