viernes, 22 de junio de 2018


Fue una campaña presidencial dura y larga, inclusive la población en medio de la polarización se agredía inclusive entre amigos y familiares, respeto los deseos o mejor los anhelos de las personas por x o y candidato, pero me parece inaudito ponerse a pelear por personas que probablemente uno ni siquiera conoce, en que momento la gente cae en medio de ese estado de llegar a venerar a un ser humano que probablemente no conoce, y con el respeto que me merece las dos opciones que llegaron a segunda vuelta, espero no herir susceptibilidades, pero ni siquiera por eso, pero tampoco estábamos en frente de estadistas políticos, de prohombres que tenían cualidades excepcionales, veo yo son unos políticos, de mucho apoyo y fervor popular pero tampoco del otro mundo, me encanta eso sí, que la gente se involucre en el debate, y me alegra mucho más, que más gente libremente y espontáneamente vote, en estas elecciones estamos derrotando la abstención, veo a más ciudadanos participando libremente, que se resisten a vender su voto, que son más conscientes de la importancia de sus derechos y libertades como ciudadanos. Unas elecciones, que fueron las más pacificas de su historia en décadas donde no se trasladaron mesas, donde de casi cien mil mesas electorales todas fueron escrutadas y vigiladas, eso me llena de optimismo y ahora más que nunca creo que la posibilidad de la derrota del caciquismo y el clientelismo está cerca y esto se debe a una ciudadanía incorruptible que realmente aprecia la democracia, que sabe de la importancia de participar y sabe para qué sirve votar libremente y espontáneamente.

Ahora hablemos del resultado del 17 de junio, que le dio la victoria a la derecha radical, de su candidato presidencial, Sr. Iván Duque y dejo al líder de izquierda, Sr. Gustavo Petro, como líder indiscutido de la oposición. La victoria, del Sr. Duque, no fue ninguna sorpresa para muchos analistas políticos, porque ocurrió lo que dijeron las encuestas de opinión, gano con más de diez millones de votos porque el temor de la debacle venezolana para un sector mayoritario del país es una realidad, además la propuestas de Petro, que eran difícil de llevar a la realidad y que asustaron a todo el establecimiento prácticamente sin excepción, lograron convertir a un joven casi desconocido en presidente electo, en un crecimiento en las encuestas que no se ha había visto nunca, yo mismo revise, la encuesta bimestral Gallup, que mide entre otras cosas, la favorabilidad de los personajes públicos, me sorprendió ver que el Sr. Duque en pocos meses, paso de una imagen positiva, de casi el 30% a más del 50%, ahí me di, cuenta que muy probablemente ganaría las elecciones además que el país, quizás por el temor al denominado, castrochavismo supuso que el país girara a la derecha. El Sr. Duque, gobernara, con mayorías pero como dijo, el director, de El Espectador, Sr. Fidel Cano, no es una mayoría absoluta, lo que si noto es que el temor de algunos de un retorno de un gobierno de derecha como el apocalipsis, al parecer no lo cree más de diez millones de colombianos, además el Sr. Duque, logro mostrar una imagen fresca, renovada, y porque no decirlo menos autoritaria que su jefe, el expresidente, Uribe. El reto del Sr. Duque, primero será gobernar muy bien, porque para nadie es un secreto que un mal gobierno de derecha, le dejaría en 2022, la presidencia, a la oposición, de izquierda, representada, en el Sr. Gustavo Petro además el Sr. Duque, difícilmente podrá ignorar los ocho millones de personas y otros más, que no votaron por él, no es prudente un gobierno de excesos, sino que trate de llevar a la conciliación con otros sectores del país.

Ahora, hablemos del fenómeno electoral, popular y de izquierda, del Sr. Gustavo Petro, hoy repito, nuevo jefe de la oposición en Colombia avalado por más de ocho millones de votos. Aunque no gano, como lo anticipamos algunos analistas políticos, será injusto no comentar no tanto lo que no logro, sino porque termino siendo también un ganador de esta elección. A decir verdad, el Sr. Petro, logro cosas muy importantes, logro la votación más alta para la izquierda en toda su historia, logro, proyectarse como el líder de izquierda más importante del país como el mismo quería, logro convertirse en líder de la oposición, que se proyecta como muy fuerte y radical, donde la calle y la plaza pública tengan un papel principal. Aunque el gobierno del Sr. Duque, ni siquiera se ha posesionado, un posible mal gobierno de derecha, repotencializa al Sr. Petro, que desde ya se proyecta como un líder muy fuerte para el 2022. Algunos Petristas, muy tristes, con el resultado del pasado domingo lo manifestaban, pero es bueno pensar, que el Sr. Petro, es un líder, relativamente joven, entonces como el mismo lo manifestó, será un candidato muy fuerte para el 2022. Será, que algunos estrategas Petristas, sabían, que la elección del Sr. Petro, no era está sino la próxima del 2022, nose, pero debo advertir que Colombia si está preparada para que la izquierda llegue al poder, existe la madurez para esto, pero es la izquierda la que debe comprender que no se debe comportar como si estuviese siempre en la oposición y comenzar a presentarse como una verdadera alternativa de poder, quizás más dialogante, más moderada, más amigable, con un sector amplio del país que la mira todavía con desconfianza, aunque el avance de la izquierda es extraordinario, es bueno saber, que se necesita de un poco más para lograr el apoyo de un sector amplio del país, que los sigue mirando con desconfianza y temor, quizás sea la clave para el 2022.

En todo caso, las elecciones presidenciales, que estuvieron llenas de sentimiento, difícilmente serán olvidadas por la gente, además con participación electoral que no se veía en décadas, es una buena noticia. En líneas generales, fueron un buen ejercicio democrático y aspiro que la gente siga participando además de valorar su voluntad como ciudadano, eso es lo mejor de esta elección.

Alvaro Támara Higuera


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