El populismo no sirve
Actualmente la situación económica de muchos países latinoamericanos es difícil y en algunos es desastroso si la inversión social no es enfocada en mejorar los índices de educación y generar puestos de trabajo basado en las ganancias que generan los “commodities” es hipotecar el futuro de una nación. Los países como Venezuela y Argentina por destacar los más importantes que basan su política social en generar subsidios para la población están en el camino incorrecto. El expresidente brasilero, “Lula” Da Silva, afirmaba que, “los pobres no necesitan subsidios sino oportunidades”. El populismo, y el exagerado otorgamiento de subsidios solo les quitan la consciencia a sus ciudadanos. El problema no es invertir en lo social sino de enfocar mal cuando debe ser para que los ciudadano/as puedan tener la herramientas suficientes para mejorar su situación social, con subsidios permanentes esto va en contravía de la movilidad social, la persona no mejora su situación sino tiende a permanecer en ella. Además, mal recuerdo tiene el populismo en América Latina porque de alguna forma tiene relación con los caudillos de izquierda o derecha que con base en dadivas mantienen por décadas su poder siendo esto una clara distorsión de las democracias de nuestra región principalmente.
Los partidos y movimientos de izquierda colombianos, es bueno decirlo, frente a la crisis de nuestros nacionales en Venezuela producida solamente por la ineptitud del gobernante venezolano, Nicolás Maduro, perdieron una muy valiosa oportunidad de manifestarse en contra de los abusos contra los derechos humanos en Venezuela y los cientos de prisioneros políticos que actualmente tiene el gobierno autoritario entre ellos, el prisionero de conciencia, el dirigente político, Leopoldo López, entre otros. Perdieron los grupos y movimientos de izquierda la oportunidad de oro de marcar distancia frente a los abusos en Venezuela y permanecer en un silencio cómplice que deja mucho que pensar sobre su posición frente a la protección de los derechos y libertades de cada uno de los ciudadanos de nuestro país.
En síntesis, el populismo es negativo para el ciudadano y la calidad de las democracias en nuestra región en el mundo y es necesario que la izquierda replantee sus ideas frente al populismo y los abusos que realizan ciertos gobiernos de nuestra región. Si quieren ser alternativa real de poder, ¡tienen que cambiar!.
En síntesis, el populismo es negativo para el ciudadano y la calidad de las democracias en nuestra región en el mundo y es necesario que la izquierda replantee sus ideas frente al populismo y los abusos que realizan ciertos gobiernos de nuestra región. Si quieren ser alternativa real de poder, ¡tienen que cambiar!.
Alvaro Támara Higuera
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