¡Qué viva la diversidad!
¡Qué dicha!, fue una
respuesta con guante blanco, se acuerdan, hace más de dos años, cuando el Sr.
Trump denigro de la mujer, se armó con toda la razón, un gran alboroto, quien pensaría
que un misógino ganaría las elecciones presidenciales contra todo pronóstico, quizás
la Sra. Hillary Clinton, no era la líder más carismática, pero como aquí no se evalúa
quien era más simpática o simpático, sino que evidentemente, la exsecretaria de
Estado, tenía mejor experiencia además de estar mucho más capacitada, si fuera
mi decisión, la habría elegido a ella y no a un señor, con rasgos racistas, misóginos
y bastante elitista. De todas formas, desde el momento que se eligió al Sr.
Trump, se comenzó a gestar un movimiento de mujeres y para las mujeres, como
una reacción a un ser que denigraba de la mujer, claro, es evidente, que el
movimiento, Me too, ayudo bastante pero dio como resultado que después de más
de dos años, las mujeres, mejoraran sus resultados electorales,
definitivamente, esto las movilizo, las motivo y logro, que más de cien
mujeres, fueran elegidas dentro de la Cámara de Representantes, la mayoría demócratas.
Esto, nos llena de esperanza a aquellos en los que creemos en la democracia, en
el estado de derecho, esto es la cara amable de la democracia estadounidense.
Fueron mujeres, blancas, negras, indígenas, pobres, clase media, ricas, todas
las mujeres de la sociedad estadounidense, se sintieron representadas aquel día
de noviembre donde repito, con guante blanco, como debe ser dentro de las
democracias, se responde a la misoginia, a la ignorancia, inclusive a la
prepotencia, fue quizás el hecho político del año. Para rematar, el día de
gloria, de la felicidad, elige al primer gobernante gay, por supuesto, demócrata,
y por supuesto, demócratas, también las primeras aborígenes, en el Congreso
estadounidense, esto tiene gran significado, en una nación que cometió muchos
actos terribles y condenables contra su población indígena. En una época, donde
se cuestiona la democracia liberal, está respuesta de la sociedad
estadounidense, renueva la confianza en la democracia, en sus instituciones. Es
así, cómo funcionan las democracias serias. Es así, de verdad, cómo funciona el
país de las oportunidades. En un país, donde su Constitución política y su carta
de derechos, está representado desde el ciudadano más pobre hasta el más rico,
esto renueva la confianza del público estadounidense, en sus instituciones.
Aprendamos, no copiemos, pero aprendamos, que cuando la democracia funciona de
verdad, el capitalismo de verdad funciona, la tierra de las oportunidades es
real para el que trabaja por alcanzarlas, nadie debería temer, cuando las
instituciones son serias, cuando el sistema es serio, la gente, sencillamente, confía…
Si, el Partido Demócrata, a
diferencia de muchos acá, es un partido político serio, que representa a las minorías,
a los profesionales, a los técnicos, a la clase media, al trabajador
norteamericano, es un partido político, que representa la diversidad, a la
tradición cosmopolita de las grandes urbes, en fin, a lo que hace grande a los
Estados Unidos. Es una pena, yo quería, que el Partido Liberal fuera como el
Partido Demócrata, pero nunca fui escuchado, el Partido Liberal tuvo mejores épocas,
hoy una coalición de caciques y clientelas, un partido político que en mi
opinión, comenzó su decadencia en el mismo momento que mataron a Luis Carlos
Galán, y se impusieron las mafias politiqueras. Hoy, ya nada queda del llamado,
glorioso, Partido Liberal, recuerden que las ideas liberales siguen vivas en
Colombia, el que se fue es el Partido Liberal, convertido, repito en una
coalición de caciques y clientelas, ya muy difícilmente volverá a su días de
gloria, sencillamente porque no comprendió los cambios que vivió el país en las
últimas décadas. El Partido Liberal, seguramente no desaparecerá, pero está
condenado al ostracismo, a ser un actor secundario dentro de la política en
Colombia.
Pero, bueno, eso es un tema
que alguna vez, trataremos a profundidad en otra ocasión, hoy estamos
contentos, porque un partido político serio, un país de verdad, se renovó la
confianza de los ciudadanos en sus instituciones, porque lo mejor de esa
sociedad, sus minorías, lograron representación histórica, es muy difícil predecir
si afecta la reelección de Trump, está por verse, pero lo que si un hecho, es
que está elección fue una reacción hermosa, una respuesta con guante blanco,
contra lo despreciable de la sociedad estadounidense, el racismo, la
misoginia y el elitismo. ¡Qué viva la
diversidad!.
Alvaro Támara Higuera
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